Muffins de albaricoque



¿Te gustan los albaricoques secos, los orejones?

A mi me encantan sobre todo en recetas de este tipo. A parte del sabor aportan suavidad y una textura algo más jugosa.

Además, ¿sabes cuantas propiedades tienen? 

Por lo que he podido leer en la red son estupendos para la piel por su concentración de antioxidantes, mejoran la visión por contener carotenoides, ayudan a prevenir infecciones respiratorias por aportarnos vitamina C, nos ayudan a mantener la densidad ósea por contener minerales como el hierro, potasio, calcio y magnesio, por su aporte de hierro mejoran la circulación, combaten el estreñimiento por ser ricos en fibra y lo mejor de todo... están riquíiiisimos.

¿Qué más quieres?

Hoy te los traigo en unos deliciosos es esponjosos muffins que son ideales para una merienda en familia.


Son así de fáciles de preparar:

Ingredientes: 

240 grs. de azúcar
155 ml. de aceite vegetal o de oliva suave
2 huevos L
1 cucharadita de esencia de vainilla
325 grs. de harina simple de trigo
2 y 1/2 cucharaditas de levadura en polvo
1 pizca de sal
250 ml. de leche semidesnatada
75 grs. de orejones picados

Cobertura:

2 cucharadas de mantequilla sin sal
2 cucharadas de harina simple de trigo
4 cucharadas de azúcar moreno
1/2 cucharadita de agua

Preparamos el molde con las cápsulas de papel que vayamos a usar y ponemos a calentar nuestro horno a 180º.

En  un bol pondremos el azúcar con los huevos y batimos hasta que estén espumosos. Yo utilizo la batidora de varillas.

Añadimos el aceite y seguimos batiendo.

Incorporamos la vainilla.

Tamizamos la harina con la levadura y la sal y lo añadimos a la mezcla anterior intercalando con la leche. Ahora no batimos mucho, sólo lo justo hasta obtener una mezcla homogénea.

Rehidratamos los orejones. Yo para ello los pongo en una taza con un poco de agua y los hiervo en el microondas. Los colamos, dejamos enfriar y pasamos por harina. Con eso evitamos que se hundan en la masa mientras se cuecen.

Los añadimos a la mezcla y repartimos en las cápsulas llenándolas hasta dos tercios de su capacidad.

Preparamos la cobertura de la siguiente manera:

Derretimos la mantequilla y dejamos que enfríe. Luego mezclamos con el resto de ingredientes: el azúcar, la harina y el agua.

Echamos un poco de esta mezcla en cada una de las cápsulas, sobre la masa, con cuidado e intentando expandirla lo más posible.


Hornearemos los muffins durante aproximadamente unos 20 ó 25 minutos.

Cuando estén listos los sacamos del horno y los quitamos del molde para evitar que las cápsulas se despeguen, poniéndolos sobre una rejilla para que acaben de enfriarse.


Puedes comértelos tibios o fríos, como prefieras. Yo pequé cuando aún estaban calentitos. Y es que ¡cómo resistirse al olor que desprenden!


Ya me contarás.












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