¡Y llegó el verano!
Hoy comienza oficialmente el verano del 2015, aunque viviendo donde yo vivo ya hace un tiempito que la gente ha empezado a ir a la playa y hasta he visto ya algunos con un bronceado de envidia.
Yo sigo igual de blanquita, la playa no es mi debilidad. Lo sé, viviendo en Canarias no tengo perdón, y por eso este año me he propuesto ir y hasta coger algo de color.
Recuerdo que cuando era pequeña (ya hace muuucho), por esta época era habitual que los fines de semana cogiéramos los bártulos y, cargados hasta arriba, nos subiéramos toda la familia en la guagua para irnos hasta la Playa de las Alcaravaneras.
Allí nos reuníamos con tíos y primos y pasábamos el día ¡qué buenos momentos!
Hubo épocas en las que incluso te dejaban poner la caseta y mis padres hicieron una enorme en color blanco. ¡Menudas siestas te podías pegar allí!
Los mayores solían jugar a las cartas, al "subastado" y los niños hacíamos lo normal, nadar haciendo carreras, dar volteretas en el agua, tirarnos desde las piedras, jugar en la arena o tumbarnos a broncearnos (ni protección ni nada, que el sol no era tan agresivo entonces).
¡Qué bien sabían esos bocatas sentados en la arena y mirando al mar!
Me parece que sí, que este año volveré a reconciliarme con la playa. ¡Va a ser genial llevarme a mi nieta!
Y para los golosos que no quieran perder mucho tiempo en la cocina esta receta es perfecta.
Se tarda más en leer esta entrada que en prepararla y "volarán" de la bandeja.
Más fácil, imposible
Ingredientes:
1 lámina de hojaldre
1 bote pequeño de Nutella (no vale comprar el grande para ir comiendo cucharadas mientras preparas la receta)
1 huevo
1 poco de azúcar glas para espolvorear
Ponemos a calentar nuestro horno a 180º y cubrimos una bandeja con papel vegetal.
Extendemos la lámina de hojaldre y la cortamos en cuadrados. El tamaño dependerá de cómo de grande los prefieras. Yo los hice de unos 8 cm. por cada lado aproximadamente.
Realizamos unos cortes en cada cuadrado como se indica en la foto y le pondremos en el centro una cucharada de Nutella
Doblamos las puntas hacia el centro para formar los molinillos y colocamos sobre la bandeja que hemos preparado.
Batimos el huevo y pintamos con él nuestros molinillos.
Horneamos durante unos 20 minutos o hasta que veamos que están empezando a dorarse.
Dejaremos enfriar antes de quitarlos de la bandeja.
Por último los espolvoreamos con un poco de azúcar glas.
¡Listos! Si los guardas bien a lo mejor no los encuentran y te queda alguno para la merienda ≧◠‿◠≦✌
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