Tarta de almendras



Ayer se homenajeaba de manera internacional la labor de los profesionales de enfermería. Trabajando como lo hago, en sanidad, me siento parte de este reconocimiento y a la vez quiero transmitir lo orgullosa que me siento de pertenecer a este colectivo.

Sólo quienes nos dedicamos a esto sabemos realmente las dificultades que debemos superar cada día para poder realizar nuestro trabajo, la falta de medios en muchas de las ocasiones y las presiones que se reciben para que todo se haga, y se haga bien, aunque muchas veces no tengas con qué.

También es cierto que en contrapartida, son muchísimas la personas que te demuestran que lo que haces vale la pena y que sienten que les atiendes más allá de lo estrictamente profesional.

¡Olé por todos mis compañeros! Los cercanos y conocidos y los más distantes. 

Dicho esto, pasamos a la receta de hoy.

Esta tarta de almendras es una de las imprescindibles en tu recetario. Es ex-qui-si-ta. Ya verás cuando la pruebes..
Como siempre, su elaboración es bastante sencilla y al alcance de cualquier adicto a la repostería.

Los ingredientes que necesitaremos serán:

1 lámina de masa quebrada
250 grs. de azúcar blanca
100 ml. de agua
Zumo de 1/2 limón o 1 cucharadita de aroma de vainilla
1 cucharada de harina de maíz
2 cucharadas de leche semidesnatada
3 huevos L
30 grs. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
100 grs. de almendras molidas

Además:
100 grs. de almendras fileteadas
2 cucharadas de almíbar 

Lo primero que haremos será preparar la base. Para ello engrasaremos el molde que vayamos a utilizar y lo cubrimos con la lámina de masa quebrada, pinchando el fondo con un tenedor para evitar que se infle durante la cocción.
En un cazo pondremos al fuego el azúcar, el agua y el zumo de limón o la vainilla (dependerá de nuestro gusto) y dejaremos hervir hasta que veamos que el azúcar se ha disuelto formando un almíbar. Reservaremos dos cucharadas para luego dar brillo a la tarta.

En un bol mezclaremos la harina de maíz y la leche hasta diluirla y le añadiremos los huevos, uno a uno, batiendo bien cada vez.

Añadimos el almíbar a la mezcla y volcamos en el cazo para poner a fuego suave, revolviendo continuamente hasta que veamos que ha espesado.

Retiramos del fuego e incorporamos la mantequilla y posteriormente la almendra molida.

Vertemos esta mezcla sobre la base de masa quebrada que teníamos preparada y  cubrimos con las almendras fileteadas.
Llevamos al horno, precalentado, a 180º y durante unos 40 minutos aproximadamente, o hasta que veamos que los bordes empiezan a estar doraditos.

Cuando esté lista retiramos y pincelamos con el almíbar que habíamos reservado.
Dejaremos enfriar antes de probarla para que tenga la textura adecuada.
¿Ves? Es sencilla y además increíblemente deliciosa. Garantizado.








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