Layer cake (pastel en capas) de chocolate



¡Otra vez de vacaciones!
 
Es estupendo poder decirlo tan pronto, en menos de un mes y medio. Alguna ventaja tiene que tener el partirlas y cogerlas por quincenas ¿no?
 
Me ha venido genial que fuera así. Sobre todo porque empiezo horneando a todo meter, y es que se nos casa una compañera.
 
Hace ya un par de meses que hablábamos de la boda y me dijo que si le podía hacer unas cupcakes o alguna cosilla para acompañar la celebración. ¡Pues claro! Con mucho gusto, además.
 
Así que esta semana se la vamos a dedicar a ella y a su pareja y en el post de la próxima les pongo las recetas y las fotos de las cupcakes y de las galletas que van a endulzar su unión.
 
 
Y para aliviarles la espera ¿qué mejor manera de hacerlo que degustado una deliciosa tarta de chocolate?
 
La que les traigo hoy es otra de las recetas del libro de Alma Obregón "Objetivo: Tarta Perfecta", con alguna pequeña variación para hacerla más a mi gusto. Sencilla de preparar y con un excelente resultado, ¿o no?
 
 
 
 
 
 
 
Estos son los ingredientes que vamos a necesitar para los bizcochos:
 
80 ml. de aceite (yo suelo utilizar de origen vegetal)
200 grs. de azúcar normal
150 grs. de harina simple de trigo
40 grs. de cacao sin azúcar (en mi caso es de Valor)
2 cucharaditas de levadura en polvo
2 huevos medianos
150 ml. de leche
1 cucharadita de extracto de vainilla
150 ml. de agua hirviendo
 
Además para la crema necesitaremos:
125 grs. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
125 grs. de queso de untar
300 grs. de azúcar glas tamizada
180 grs. de chocolate negro para fundir.
 
Encendemos el horno a 180º para que vaya calentando y preparamos los moldes que vayamos a usar, untándolos de aceite o mantequilla y espolvoreándolos con harina, si no usamos los de silicona. En este caso yo preparé 2 moldes de 18 cm . de diámetro, aunque puedes hacerlo en 3 de 15 cm. con las mismas cantidades.
 
En un bol ponemos el aceite y el azúcar y batimos hasta que estén bien mezclados, añadiendo los huevos y batiendo cada vez.
 
Tamizamos el cacao, la harina y la levadura y lo unimos a la mezcla anterior.
 
Incorporamos la leche con la vainilla y también el agua hirviendo y volvemos a batir.
 
Vertemos la mezcla en los moldes y horneamos a 180º unos 25 ó 30 minutos (recuerden que cada horno es diferente)
 
Cuando estén hechos los sacamos del horno y los dejamos entibiar antes de desmoldarlos y ponerlos sobre una rejilla para que acaben de enfriarse.
 
Mientras, preparamos la crema.
 
Primero fundimos el chocolate, ya sea en el microondas o a baño María, y lo dejamos entibiar hasta que este casi frío pero sin endurecer.
 
En un bol batimos con la batidora de varillas el azúcar glas con la mantequilla y le añadimos el queso (mejor si está bien frío). Cuando la crema sea homogénea le vamos añadiendo el chocolate y continuamos batiendo hasta que tengamos la textura adecuada (cuidado con no pasarse).
 
Yo en este punto suelo dejarla unos 15 ó 20 minutos en la nevera para que coja más cuerpo y me resulte mucho más fácil hacer el montaje de la tarta.
 
Cuando los bizcochos ya estén completamente fríos los montamos poniendo entre ellos una generosa capa de crema de chocolate, acabando con la crema y adornando como más nos guste.
 
 
Este es el aspecto que tiene el corte.
 
 
 
 
Tengo la sensación de que está mucho mejor de un día para otro pero no puedo confirmarlo. Una vez que la descubrieron en la cocina, no quedó ni un trocito para el día siguiente. ¡Es que son tan golosos en casa! (Bueno, somos jejejeje)
 
 
 
 

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