¿Qué tal han ido esos reyes? Yo he podido revivir un poquito la ilusión de los niños al ir abriendo regalos con mi nieta. Aún no sabe muy bien de que va todo esto porque sólo tiene 11 meses pero ¡qué bien se pasa enseñándoselo!
Y después de las fiestas, una nueva entrada, hoy algo diferente, una receta salada.
Pero... ¿y esto? Se preguntarán algunos, ¿no es un blog de repostería? Bueno si, las recetas de repostería son el fuerte de este blog, pero después de probar la quiche de mi compañera Gaël no he podido resistirme y le he pedido permiso para publicarla.
¿No saben lo que es una quiche? Pues aunque a simple vista no lo parezca, es una tarta salada cuyo nombre en realidad es el de Quiche Lorraine, ya que es un plato típico de la región francesa de Lorena, en el noreste de Francia.
Según he podido averiguar la receta data de la Edad Media, de hace unos 400 años aproximadamente y aunque hoy en día el queso es casi fundamental en su elaboración, originariamente no lo llevaba, añadiéndose mucho más tarde para darle un toque de distinción a la tarta.
Yo había probado algunas quiches de verdura pero la receta de mi compañera me gustó muchísimo, y no sólo a mi. Nos la preparó para la noche de fin de año que, a pesar de estar trabajando pudimos disfrutar y reírnos los que estábamos de guardia esa noche. Gracias compis!!!
Ella no utiliza nata y ahí está la diferencia, por eso la he rebautizado y en vez de Quiche Lorraine se llamará Quiche Gaël y va a ser el primer pecado salado de mi blog.
Los ingredientes que vamos a necesitar para prepararla son:
1 paquete de masa quebrada
2 yogures naturales sin azúcar
4 huevos medianos
Beicon en lonchas (o taquitos)
Queso en lonchas (del que prefieras)
Una pizca de pimienta blanca molida
¿La preparación? De lo más sencillo.
Ponemos a calentar nuestro horno a 180º y engrasamos el molde que vayamos a utilizar.
Extendemos la masa quebrada por el fondo y laterales del molde.
Cubrimos con una capa de queso (yo he puesto una de queso Edam y otra de queso curado) y con otra de beicon.
Aparte batimos los huevos con los yogures y la pimienta y vertemos sobre el queso y el beicon.
Horneamos unos 30 ó 35 minutos a 180 º o hasta que veamos que ha cuajado.
Sacamos y dejamos enfriar. Bueno, puede comerse fría o, como yo la prefiero, calentita.
Sí, lo se, los bordes se me quedaron un poco altos pero como era la primera vez que la hacía no sabía si iba a subir y le dejé margen. Ahora sé que basta con que rebase un poco el alto de la crema.
Este tipo de tarta admite casi de todo, por lo que puedes añadirle champiñones, verdura (con la precaución de que no suelte demasiada agua lo que dificultaría el cuajado), jamón, o lo que más te guste.
Yo por mi parte repetiré y experimentaré distintas combinaciones ¿Cómo la harás tú?
Carmen me encanta esta receta y será uno de mis pendientes en la lista del año... Soy una enamorada de los quiches <3
ResponderEliminarSi es que están buenísimas!
EliminarBests María