Galletitas de crema de limón (lemond curd)


Apenas han pasado las fiestas navideñas y ya nos vemos preparando la siguiente fiesta. Me refiero ¡cómo no! a los carnavales.

En Canarias, como en otras comunidades de España, se viven con mucha intensidad.

Nos gusta la juerga, nos gustan las máscaras y el poder disfrazarnos de lo que nos apetezca cada año.

Es verdad que la fiesta ha cambiado mucho y yo, particularmente, he dejado de ir a mogollones y cabalgatas porque el ambiente que se respira dista mucho del que yo disfrutaba hace años. Ahora prefiero el carnaval de día y las fiestas más particulares.

También he de confesar que el año pasado no me disfracé pero este año me apetece y sólo me surge una duda. ¿Repetiré disfraz o me pondré algo nuevo?

De una manera o de otra el carnaval pone una sonrisa en la cara de muchos niños y adultos, y por eso hoy te traigo unas galletas llenas de alegría.

Para hacerlas vamos a necesitar:
200 grs. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
180 grs. de azúcar glas
1 huevo
1 cucharada de ralladura de limón
450 grs. de harina simple de trigo
1 cucharada de leche semidesnatada
1 bote de crema de limón (lemond curd)

En un bol pondremos la mantequilla y el azúcar y batimos hasta que veamos que están bien integradas.

Batimos el huevo y lo incorporamos a la mezcla anterior junto con la ralladura de limón.

Añadimos la harina tamizada, en varias tandas, y por último la cucharada de leche, que nos ayudará a obtener el punto justo de la masa, debe estar compacta y no  pegarse al bol.

Hacemos una bola y la envolvemos en film transparente, dejándola aproximadamente una hora en el frigorífico para que coja consistencia.

Pasado este tiempo dividimos la masa en cuatro partes y las vamos extendiendo entre dos hojas de papel de horno hasta obtener un espesor de unos 5 mm.

Cortamos ayudándonos de un molde o vaso y volvemos a colocar en la nevera, dispuestas sobre papel de horno durante otra hora. Esto evitará que se deformen cuando las horneemos.

Los sobrantes de masa volvemos a amasarlos en forma de bola y dejamos en la nevera nuevamente antes de volver a estirar.

Para hacer las caritas en la mitad de las galletas marcaremos los ojos y la sonrisa con ayuda de un palillo y el borde de una cuchara, una boquilla o alguna esteca de las que usamos para trabajar con el fondant.


Mientras acaban de refrigerarse nuestras galletas ponemos a precalentar el horno a 180º y cubrimos la bandeja con papel de horno. 

Hornearemos entre 8 ó 10 minutos (dependerá del tamaño de tus galletas, las mías eran pequeñitas, como de 3 cm de diámetro) o hasta que veas que el borde empieza a dorarse.

Cuando estén lista las sacamos del horno y dejamos unos 5 minutos en la bandeja antes de pasarlas a una rejilla para que acaben de enfriarse (recién salidas están aún blanditas).

Cuando estén todas pondremos una cucharadita de crema de limón sobre las que son lisas y las cubrimos con las que tienen las caritas.


Y ¡listas!

Te aseguro que están deliciosas y van a desaparecer del  plato una detrás de otra.








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